Tiempos de almacenamiento
Al igual que todos los demás alimentos, la carne también tiene sus tiempos de almacenamiento adecuados en el freezer. Al igual que otros ingredientes, definitivamente contiene agua, un hecho que no debe subestimarse cuando se trata de congelación.
Comprobar la fecha de caducidad
Si la has comprado ya empaquetada, justo en el empaque encontrarás la fecha de vencimiento. Teniendo en cuenta que, en general, los tiempos de almacenamiento de la carne en el refrigerador son de 1 a 3 días, el consejo es que, cuando sobra, se congele en los días intermedios, o directamente tan pronto como se compre.
Cuidado con los malos olores
Si una vez descongelada, la carne parece tener un olor rancio, lo más probable es que se haya echado a perder. La carne en mal estado, tanto roja como blanca, tiene un olor acre muy reconocible. En ese caso, desafortunadamente, todo lo que queda es tirarla.
Comprobar el color
Otro sentido que ayuda a evaluar la carne es la vista: si el color, de hecho, no es el brillante que uno esperaría de una carne aún comestible, sino que tiene tonos verdosos o grises, o incluso una especie de pátina iridiscente, es bueno no consumirla. Estos indicadores, de hecho, señalan la presencia de baterías que han comenzado a descomponer la carne y sus grasas.
Comprobar la consistencia
Si una vez descongelada, la carne es pegajosa al tacto, o tiene una pátina viscosa en la superficie, siempre es una señal de que las bacterias han comenzado a actuar. También en este caso, por lo tanto, es mejor no consumirla.
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