En poco tiempo el clásico "clack" de la tapa de la mermelada que nos nos permite saber si sigue estando buena o no, se jubilará. Llegan las smart label, etiquetas inteligentes que nos dirán cuando la comida o los cosméticos están en mal estado, proporcionando resultados fáciles de leer.
¿Cómo trabajan?
Cuando la comida ya no sea comestible las etiquetas de los alimentos cambian de color, un poco como las estatuillas de adorno que cambian de color dependiendo del buen o el mal tiempo, pero con resultados garantizados, ya que la base es un dispositivo tecnológico que están desarrollando investigadores de la American Clarkson University. La etiqueta de papel es adaptable a diferentes objetivos, incluyendo contaminantes de alimentos, antioxidantes y radicales libres que indican deterioro.
La experimentación todavía está en curso y también abarca al sector de los cosméticos. Un aliado adicional para la salud del consumidor y por lo tanto para todos nosotros.
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