Veamos algunos consejos para evitar sorpresas desagradables.
Evitar la compra de alimentos perecederos (carne, pescado, helados artesanales) en tiendas o minoristas que no garanticen una conservación adecuada.
Asegurarse que los productos y el embalaje estén intactos. En particular, verificar que las latas no tengan partes hinchadas o abolladuras, y que al abrirlas no salgan burbujas o gases particulares.
En el supermercado, comprar en último lugar los productos refrigerados y congelados y tratar de no interrumpir la cadena de frío, ponerlos en bolsas aislantes especiales. Si el paquete parece con "escarcha", significa que la cadena de frío se ha interrumpido y por ende no hay que comprarlos! Comprobar la temperatura de los mostradores refrigerados de los supermercados: las mercaderías, al momento de la compra, deben estar expuestas a temperaturas no superiores a -18 ° C.
Observar la apariencia de restaurantes y locales similares, incluyendo los baños. Los camareros deben lucir prolijos y los platos, vasos y cubiertos sin manchas ni marcas de suciedad. La falta de cuidado en el comedor es, de hecho, un indicio de falta de higiene en la cocina.
Controlar el buffet y las ensaladas expuestas: los alimentos calientes deberían humear y los fríos estar mantenidos a una temperatura baja o en hielo.
Evitar los alimentos crudos y comer sólo aquellos cocidos y todavía calientes; comer la fruta después de pelarla personalmente, ya que puede haber sido lavada con agua contaminada.
Recuerde que las recipientes expuestos con distintos productos de agasajo para los clientes (cacahuetes, galletas saladas omfrutos secos) son tocados por muchas personas y pueden contener bacterias.
Los alimentos cocidos, si no se consumen dentro de las dos o tres horas, deben ser enfriados rápidamente y almacenados en el refrigerador. El termostato del frigorífico debe mantenerse a una temperatura más baja en comparación con el invierno. El refrigerador debe mantenerse cerrado tanto como sea posible: abrirlo sólo cuando sea necesario y cerrar la puerta tan pronto como sea posible.
Los huevos se encuentran entre los alimentos más fácilmente contaminables con Salmonella. Es prudente consumirlos cocidos y no utilizarlos para preparar mayonesa. Siempre preste atención a la fecha de caducidad y manténgalos en la nevera, si es posible en su embalaje.
Limpiar la tapa y el borde de las latas, ya que el contenido entra en contacto con las sustancias que pueden depositarse en la superficie: sustancias ambientales (polvo, bacterias, mohos), animales (roedores, insectos, animales) y humanas (las manos de la persona que las manipula, además de usted mismo). También, existe la posibilidad, aunque remota, de que las latas están contaminados con insecticidas, productos de limpieza, etc.
Prestar mucha atención a los alimentos vendidos en la calle. Por ejemplo, comprobar que el helado artesenal se ??sirva con paletas diferentes para todos los gustos, con el máximo respeto por la higiene de los exhibidores y del personal que, en caso de manipulación de alimentos no envasados previamente, tiene la obligación de utilizar guantes desechables.
Si está de vacaciones en un país exótico, pida siempre que las botellas de agua o las bebidas se abran delante suyo. Evitar el hielo, que puede estar preparado con agua no potable.
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