Uber Eats usa un dron para sus entregas

Entregas más rápidas y eficientes gracias a las nuevas tecnologías. Esto fue lo que se anunció en la última reunión de Forbes Under 30 en Detroit con la presentación del dron Uber Eats, una nueva forma de tener el plato del restaurante favorito en la mesa.

¿De qué se trata?

De un avión no tripulado, un pequeño avión controlado por radio, capaz de transportar comida para dos personas. Estará equipado con 6 rotores que permitirán aterrizajes y despegues verticales y una mayor estabilidad. Solo puede permanecer en el aire durante ocho minutos, incluida la carga y descarga de los sabrosos productos, y puede viajar un máximo de 18 millas (poco menos de 29 km). La idea de la plataforma es, por lo tanto, volar el dron desde el restaurante hasta un punto de recolección donde el conductor recogerá la comida y finalmente la entregará a la casa del cliente hambriento. También se habla de la posibilidad de que estos drones puedan aterrizar directamente en un automóvil de Uber.


Un pequeño cambio por el momento, pero la compañía parece ser la única que quiere ofrecer este servicio en el mundo de los restaurantes. Este sistema de drones y controladores también evita el problema de los aterrizajes inseguros cerca de las casas de los consumidores y, al mismo tiempo, no reemplaza el trabajo de muchos conductores de Uber. La compañía ya ha hecho algunos primeros intentos en San Diego con entregas de McDonald's a la universidad cercana, pero la mayor parte de la experimentación comenzará nuevamente el próximo verano en la ciudad californiana. ¿Por qué San Diego? Porque es una de las dos ciudades elegidas por el Departamento de Transporte de los EE. UU. (Además de Reno, Nevada) para llevar a cabo el programa de verificación de tecnología de aviación no tripulada.


 ¿Será este el futuro de las entregas de alimentos?

Por supuesto, el trabajo aún es largo en lo que respecta al mundo de las entregas con drones. La Administración Federal de Aviación está otorgando las primeras autorizaciones, pero aún hay problemas por resolver, como el manejo de condiciones climáticas adversas o la capacidad del dron para reconocer y evitar obstáculos en el vuelo, como pájaros o cables eléctricos. Sin embargo, las empresas continúan invirtiendo.

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