Volviendo a nuestros comensales, el camarero en turno hará todo lo posible para tentarlos y, con aires de alguien a punto de revelar algún tipo de sorpresa increíble, se establece la siguiente lista de cinco postres, que por muy buenos que sean, ya también han cansado.
1. Tiramisú. A menudo definido "de la casa", porque es un clásico postre que se hace en casa, incluso por aquellos que tienen poca experiencia con la cocina, levaduras y rellenos. Solución de muchas cenas entre estudiantes universitarios, es sin duda un deleite extremo. a pesar de los repentinos aumentos de lacreatividad que conducen a resultados cuestionables como las versiones deconstruidas.
2. Cheesecacke. Clásico con bayas o chocolate, o en las variantes más sofisticadas, es el postre americano de los menús de restaurantes. Galletas industriales como base, el conocido queso crema untable del supermercado y mucho relleno!. También en este caso repetidísimo en casa, incluso por aquellos que no tienen un horno.
3. Panna cotta. Crema, leche y azúcar, en el mejor de los casos; si es malo se prepara el industrial con las salsas habituales de diversos gustos y dudosa calidad.
4. Flan. Otra pudín omnipresente en los restaurantes, en este caso, los orígenes son portuguéses, pero los riesgos son los mismos que con la Panna cotta: la preparación industrial está a la vuelta de la esquina. Por no hablar de cuando se lo confunde con la crème brûlée o la crema catalana.
5. Volcán de chocolate. El menos elegante de todos, a pesar de sus orígenes nobles. El líquido sorpresa interior quizá tenía sentido en los años 80, pero los amantes del chocolate continuan apreciando esta bomba de sabor y calorías. Baja dificultad de preparación, resultado muy apreciable, originalidad ausente.
0
5
1
0
Comentarios sobre este artículo (0)