Cómo limpiar el horno

El horno se ensucia mucho, con cada uso, a pesar de los mejores esfuerzos para prevenirlo. Simplemente tostar el pan implica la formación de residuos que hay que eliminar. Por pereza a menudo el horno se descuida y nos acordamos de su limpieza sólo cuando la situación llegó a mayores.

Los productos de limpieza comerciales para limpiar el horno son químicos (contaminantes) y poco indicados, en particular por los residuos que dejan en el interior y que pueden afectar a los alimentos en los usos futuros. Así que por qué no probar con productos totalmente naturales, ecológicos, económicos (que seguramente se tienen en casa) y libres de riesgos para la salud?

Lo que se necesita es nada más que un limón, agua caliente, bicarbonato, un paño de microfibra y vinagre, y proceder como se indica a continuación.

Recordar en primer lugar, limpiar el horno con constancia, incluso si no tiene la función de auto-limpieza, cuya eficacia a menudo deja mucho que desear.

A continuación, proceder paso a paso: en el caso de suciedad muy adherida al horno, donde se encuentran los restos de alimentos quemados, manchas de aceite y grasa seca, llevar a una temperatura tibia (no caliente) el horno. Verter agua y vinagre en un tazón, en una proporción de vinagre tres veces mayor a la del agua. Humedecer una esponja y pasarla por las paredes, dejando que la solución actúe durante unos minutos, después de los cuales volver a pasar con una esponja húmeda sólo con agua. Secar con un paño.

La misma operación se puede lograr con bicarbonato de sodio,en este caso diluir 50 gramos en 500 ml de agua.

Si el horno emana malos olores, calentarlo a una temperatura de 100 grados y colocar un recipiente en el que habrá vertido el zumo de tres limones. Apagar el horno y dejar reposar durante una hora.

En caso de haber sido previsor y diligente, el horno no deberia estar tan sucio, por lo que puede proceder con un método más suave para la limpieza: cortar un limón por la mitad y frotar contra las paredes (así se desengrasarán y se eliminará cualquier olor) luego enjuagar con agua tibia y secar con un paño de microfibra.

Como solución no es recomendable poner en el horno un recipiente con amoníaco y dejarlo varias horas, porque, a pesar de pueda desprender todas las incrustaciones, los residuos del limpiador pueden permanecer durante mucho tiempo y luego ponerse en circulación al utilizar la cocción con sistema de convección, contaminando los alimentos .

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