Cómo presentar y prepararnos para una cena íntima

Es muy práctico colocar en la mesa, o en pequeñas mesas auxiliares, todo lo que se va a comer; el hecho de que los dueños de casa sirvan a los invitados crea un ambiente más íntimo, casi familiar, que da el clima más grato porque los dueños de casa disfrutan de la reunión.

La conversación se hace más amena y espontánea y las comidas se prolongan sin la presencia del personal de servicio. Estas comidas deben organizarse con platos que no den mucho trabajo para servir.

El dueño de casa se levantará solamente para servir el vino, servirá primero un poco en su copa y lo probará, servirá luego a la persona que esté a su derecha e irá pasando la botella a los caballeros, que servirán a las señoras, sirviéndose por último el anfitrión.

La sopa puede estar servida cuando entren los invitados al comedor, o ser llevada la sopera.

Los platos hondos serán retirados por la dueña de la casa ayudada por los mismos invitados que los irán pasando y ella los colocará en la mesa auxiliar que estará a su lado.

El ave o la carne ya estarán cortados; la anfitriona tendrá que servir las porciones y hacer pasar los platos.
Las salsas se sirven después.
El pan cortado en rebanadas estará en la mesa junto a los platos de mantequilla.

El carrito de té puede estar a un lado de la mesa para recibir también platos y cubiertos usados.

Antes de los postres la dueña de la casa retirará lo que no es necesario y traerá los dulces, pasteles o frutas con sus respectivos cubiertos.

El café será servido en la mesa o como ahora se usa en otro ambiente indicado por los dueños de la casa: sala, biblioteca, o hall.

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