Intolerancia a la Lactosa

Cuando alguien es intolerante a la lactosa, pasado el lapso de entre dos o seis horas, aproximadamente, luego de haberle suministrado al cuerpo una gran cantidad de lácteos (en ayunas), o simplemente haber bebido un vaso de leche , este comienza a presentar malestares que van desde la hinchazón de vientre a flatulencias o diarreas.

Este problema puede ser diagnosticado mediante diferentes métodos, uno es denominado “Detección de Hidrógeno Espirado”, ya que al presentar la intolerancia a la lactosa, esta sustancia no se digiere bien, y eso conlleva a que las bacterias intestinales que se alimentan con estos azúcares produzcan gases, entre ellos el hidrógeno.

A pesar de que el hidrógeno no sea detectado en el aliento de personas sin intolerancias, en el caso de los intolerantes, es absorbido por la sangre, transportado a los pulmones y exhalado.

Otro método más conocido (y económico) es el famoso análisis de sangre, el cual mide el nivel de glucosa. Se deberán hacer dos extracciones, la primera en ayunas, y la segunda luego de dos horas de haber consumido una bebida que contenga lactosa.Si al comparar ambos análisis, el nivel de glucosa no presenta algún cambio, estamos frente a un paciente que presenta intolerancia a la lactosa, ya que es notorio que la misma no logró ser completamente digerida por el paciente y no se dividió en partes mas pequeñas.

Una solución simple es el reemplazo de la leche común por una leche especial que presente un importante bajo contenido de lactosa, estamos hablando de mas o menos un 70% menos.

Las recomendaciones para la gente intolerante a la lactosa son, básicamente, prestar mas atención en la lectura de los embases de alimentos como cereales, pan embasado, caldos, mezclas para tortas, salchichas, galletas, puré instantáneo y condimentos o aderezos.

Si cada vez que se compra un alimento, se lee mejor la etiqueta del mismo, se hace más fácil la detección de lactosa, o cantidad de lactosa, que contiene cada alimento.

Quizás el problema más grave de esta intolerancia, no sean los malestares, si no el deber eliminar los lácteos de la dieta cotidiana, ya que éstos son muy ricos en calcio y otros tantos nutrientes que el organismo necesita, y el déficit de los mismos en el cuerpo es muy notable luego de un tiempo sin suministrarlos. Pero para cada problema siempre hay una solución viable y, en este caso, alimentos como el brócoli, el pescado, las sardinas, los camarones y ostras, y el queso de soya, son muy ricos en calcio y no poseen un alto contenido de lactosa.

En otro tipo de intolerancia del organismo, como puede ser la intolerancia a la fructuosa y la sacarosa, el tratamiento es mas restringido, ya que se debe eliminar, en su totalidad, todo alimento que las contengan, o suministrarlos de vez en cuando de manera espaciada.

El gran problema de este tipo de intolerancia, es que los azúcares como lactosa, fructosa y sacarosa, son muy empleados en fármacos, y es inminente que las personas que padecen de estas intolerancias consulten a su médico cada vez que se les receta un medicamento.

En el caso de los niños es aconsejable no suministrar ningún tipo de medicamento, si no tratarlos con elementos naturales (eliminando o disminuyendo alimentos que causen la intolerancia).

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