Ya milenios antes de Cristo, se recogían, se secaban y se procesaban transformándose en una gran fuente de alimentos. Al llegar a Europa, su versatilidad las hizo entrar en las diversas cocinas del mundo, hasta el Lejano Oriente a través de la India, Arabia y África.
Especies, variedades y características
Es casi imposible resumir toda la gama de variedades de patatas en un breve párrafo: en la naturaleza estos vegetales tienen una tendencia espontánea a la variabilidad.
Sin embargo, hay especies y variedades más comunes y fácilmente disponibles en el mercado. Varían en sabor, tamaño, color de la cáscara y color de la pulpa.
A la especie Solanum tuberosum pertenecen:
Patata Ratte: oblonga, dulce, cuerpo blanco, comestible con la piel.
Patata olluco: Originaria de los Andes peruanos, muy dulce, ideal para freír, inconfundible por su brillante color amarillo y morado.
Patata púrpura: Color intenso, sabor más complejo y aromático que las patatas blancas o amarillas.
A la especie Ipomoea batata (camote) pertenecen:
Camote de pasta blanca: cremosa y fibrosa, desabor similar a las castañas.
Camote de pasta naranja: un poco más dulce y menos firmes que otras variedades.
Camote de pasta púrpura: menos fácil encontrar, tienen un sabor más fuerte.
Características de la planta de patata
La papa es una solanácea, de la que se utiliza, para fines alimenticios, sólo el tubérculo, que es una reserva valiosa de almidón. Dependiendo de la variedad, la planta puede superar el metro de altura y sus frutos son bayas de color canela o amarillento, no comestible.
Los llamados batatas o camotes son Convolvulaceae perennes, con hermosas flores violeta claro, casi blanco, similares a las de su "prima" morning glory (Ipomoea violacea).
Por lo general, la patata común se planta en forma de pequeños tubérculos en la primavera, con los meses, la planta nace y crece hasta la floración y su secado que tiene lugar a finales de verano, cuando es el momento de recogerla.
Un único pequeño tubérculo puede dar muchos kilos más de patatas.
Usos de la patata
Las patatas se pueden comer sólo después de su cocción o, en casos especiales, después de un secado adecuado. Cualquier tipo de cocción es adecuado para el tubérculo de la patata: hervido, guisado, fritura, asado, etc.
Algunas variedades son más adecuadas que otros para ser comidas con la cáscara, que es el hogar de muchos ingredientes activos distintos de los almidones que componen la carne del tubérculo.
Son ideales ya sea de solas o acompañadas con otros vegetales, carnes, huevos, pescado o productos lácteos. Son apreciadas en sopas, como guarnición, en puré, también como ingrediente principal de panes o pastas. Con las patatas también se producen almidón y productos alcohólicos.
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