Dejando de ser dependiente de los dulces

Los chocolates, pasteles, caramelos, postres y cualquier tipo de dulces son exquisitos, y en alguna medida son necesarios para que nuestro organismo tenga la energía suficiente para un buen funcionamiento.

Con ello decimos que el azúcar ofrece energía al cuerpo, pero que ocurre cuando se tiene una adicción hacia los dulces.

Existe la adicción al azúcar y se presenta en aquellos que no pueden pasar mucho tiempo sin consumirlos, sobre todo cuando estos ayudan a que uno se sienta mejor.

Se sabe que los nunca son buenos y que traen problemas en corto o largo tiempo, y el azúcar trae consigo enfermedades de cuidado como son la obesidad o la diabetes.

Puede consumirse cualquier tipo de alimento ya sea natural o elaborado a través de algún tipo de procedimiento, pero quienes no necesitan de ninguna excusa para comerlos y sienten una apetencia exagerada y desmesurada en cualquier momento y no pueden reprimirse pueden convertirse en compulsivos.

No puede hablarse de adicción, porque los dulces no poseen alguna sustancia tóxica como si la tienen las drogas que se fijan en ciertos receptores cerebrales causando habituación, dependencia y abstinencia.

En realidad es un antojo que se define como un deseo ferviente más que un capricho, pero es un antojo que trae riesgos como el aumento de peso, desarrollar caries y otras como la diabetes además, el consumo exagerado de disminuye la capacidad del sistema inmunológico e impide que los glóbulos blancos hagan frente a contaminaciones bacterianas.

Pero este consumo exagerado puede superarse evitando el aspartame y los demás edulcorantes artificiales. También se debe evitar el exceso de sal en las comidas y preferir el azúcar natural que se obtiene de las frutas y verduras.

Deben consumirse carbohidratos complejos como los que ofrecen los granos integrales, ya se arroz, cebada, avena, quinua y mijo.

Es recomendable incluir en el desayuno alimentos ricos en proteínas, como huevos, productos lácteos, carnes, pescados y productos marinos como langostas y cangrejos ya que estos ayudan a lograr una estabilidad del azúcar en la sangre.

Eliminar el azúcar y los dulces tampoco es la solución correcta ya que el cuerpo necesita de ellos para funcionar adecuadamente. Sin embargo pueden elegirse edulcorantes naturales que tienen mucho sabor y son más sanos.

Pero el mejor momento para consumirlos es al final de la comida, ya que al sentir el estómago lleno, se consumirán en menores cantidades y ejercerán menos influencia  en los niveles de glucosa sanguínea.

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