Como elegir el pollo
Conviene elegir pollos criados en granjas y posiblemente grandes: la carne de ejemplares criados al aire libre, que pueden hacer movimiento, es más consistente, compacta y sabrosa. Los pollos criados en libertad son más sabrosos y con carne más firme, pero no es fácil encontrarlos en el mercado. Los ejemplares jóvenes, de 4 o 6 semanas, son perfectos para la parrilla o el horno. Los más viejos, por otro lado, tienen carne más dura y, por lo tanto, son adecuados para guisarlos.
¿Cómo conservar el pollo?
El pollo crudo se puede mantener en el refrigerador por 1-2 días. Si está cocido, se conserva durante 3-4 días. Es posible congelarlo cortado en trozos, después de limpiarlo de visceras, lavarlo y secarlo. La carne debe guadarse en una bolsa o en un recipiente (mejor si se empaca al vacío), para evitar que se deteriore en poco tiempo. Si se cocina, puede almacenarse durante cuatro meses, mientras que si está congelado crudo, puede permanecer hasta un año.
Cómo cocinar el pollo
Si se desea preparar pollo al horno, recordar cubrirlo con una hoja de papel de aluminio, para evitar que todos los líquidos se evaporen, dejando la carne seca. Si se prefiere el pollo frito, llenar la olla con aceite para que toda la carne quede sumergida y verificar la temperatura del aceite, que no debe estar hirviendo.
Con el pollo también se pueden preparar albóndigas o hamburguesas: en este caso agregar a la carne miga de pan remojada en leche: así la mezcla resultará más suave.
En cambio, para una pechuga de pollo más sabrosa, marinar la carne durante varias horas con jugo de limón, hierbas aromáticas y ajo: se obtendrán escalopes muy sabrosos.
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