El pavo es un ave de corral cuya carne tiene un delicioso sabor, textura firme y muy baja en colesterol.
El pavo es originario de América y llegó a las cocinas de Europa después del descubrimiento del Nuevo Mundo en la primera mitad del siglo XVI. Fue el rey Carlos IX quien fomentó su cría en Francia. Actualmente es la comida principal en los Estados Unidos, en el Día de Acción de Gracias.
A la hora de elegirla, la carne de pavo debe ser flexible y suave al tacto. Se conserva en el refrigerador, adecuadamente cubierto con una envoltura de plástico o en bolsas de congelación a una temperatura comprendida entre -1 y +4 º C durante un máximo de dos a tres días. Si está congelado puede ser almacenado durante 6 meses o menos, siempre que se mantenga por debajo de los 18° C. Una vez descongelado debe ser consumida dentro de 12 horas.
La carne de pavo sin su piel es particularmente magra (solo contiene entre 1% y 3% de grasa). El contenido de proteína es alta, así como el suministro de minerales y hierro, presentes en mayor cantidad en los músculos de la pierna. La carne de pavo tiene un bajo contenido de colesterol y, debido a la presencia de grasas insaturadas, es aconsejable en la alimentación infantil y en las dietas hipocalóricas.
Información nutricional por 100 gr.
Energía: 157 kcal.
Proteínas: 20.2 g.
Hidratos de carbono: g.
Fibra dietética: 0 g.
Lípidos: 8.5 g.
Colesterol: 74 mg.
Ácidos grasos poliinsaturados: 2.4 g.
Ácidos grasos saturados: 2.2 g.
Ácidos grasos monoinsaturados: 3 g.
Vitamina A: 13 µg.
Vitamina B1: 0.1 mg.
Vitamina B2: 0.18 mg.
Vitamina B6: 0.46 mg.
Vitamina B12: 2 µg.
Vitamina C: mg.
Vitamina D: Trazas µg.
Hierro: 0.98 mg.
Calcio: 15 mg.
Sodio: 63 mg.
Ácido fólico: 16 µg.
Retinol: 13 µg.
Yodo: µg.
Potasio: 247 mg.
Fósforo: 175 mg
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