Hidratación de los niños: que bebidas elegir en verano

En el verano, con las altas temperaturas, el cuerpo elimina a través de la sudoración una mayor cantidad de líquidos que necesita reponer para que el organismo funcione mejor y se defienda del calor. Los expertos recomiendan consumir mayores cantidades de agua. Una recomendación que es válida a cualquier edad, incluso para los niños. Pero, ¿cómo lograr que beban más? Un consejo que siempre deben seguir las madres y los padres es proponerle a su hijo varias veces al día beber, más aún con la llegada del calor y si está al aire libre o practica actividades lúdicas y motoras que puedan distraer aún más su atención o atenuar su necesidad. Cuando un niño siente el estímulo de la sed ya se ha desencadenado una fase inicial de deshidratación, cuya percepción es menos pronta y eficaz y cuya agravación puede convertirse en una verdadera emergencia a nivel clínico.


Que beber

Siempre debe preferirse el agua, posiblemente fresca y no congelada. El requerimiento diario de agua varía según la edad. De 4 a 6 años, el consumo diario de agua debe ser de 1,4 litros. De 7 a 10 años 1,8 litros y desde la adolescencia temprana en adelante alrededor de 2 litros. El consumo de agua también debe aumentar en proporción a las pérdidas por ejercicio físico, condiciones ambientales y la posible presencia de trastornos o enfermedades, por ejemplo vómitos, diarreas y enfermedades febriles.


Cómo ayudar a los más pequeños a beber más

Para ayudar a los niños a beber más agua, se puede agregar el jugo de medio limón a cada litro y medio de agua. Además de darle más sabor a la bebida, las sales minerales que contiene reponen las perdidas por el sudor. También se puedes crear bonitas paletas poniendo agua y limón en moldes especiales.


Que bebidas evitar

Debe evitarse el consumo de zumos de frutas envasados. Aportan gran cantidad de azúcares añadidos que el organismo asimila fácilmente, poca fruta y muchas calorías. Un vaso de 100 ml de jugo de frutas, según el tipo, puede aportar de 45 a 60 calorías. Además, los jugos ya preparados se venden en envases tamaño familiar haciendo que se consuman más, sin darse cuenta. Mejor dar prioridad a los batidos, licuados y extractos preparados en casa con fruta fresca de temporada que aportan menos azúcar.


Agregar fruta al agua

Para darle sabor al agua y hacer que los niños la beban, agregarle fruta fresca, y un poco de limón o jugo de fruta.


No a las bebidas azucaradas

Es mejor evitar los refrescos de naranja o una bebida a base de cola. Quitan poco la sed debido a la alta concentración de azúcares. Además, la cafeína presente en las bebidas cola, además de no ser apta para los niños, puede provocar deshidratación.


Para una merienda, fruta de temporada

La fruta es siempre un excelente refrigerio o alimento después de una comida. El verano ofrece mucho: melocotones, albaricoques, melones, sandías, ciruelas, peras, higos, piña y uvas. Ricas en agua, vitaminas, minerales, fibra y fitonutrientes, la fruta no tiene contraindicaciones y también se puede ofrecer al niño en sabrosos batidos, granizados o helados.

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