Para festejar San Valentín se podría pensar en un menú completo a base de flores. Todos sabemos que las flores de calabacín, se pueden comer en sopas, risottos, tortilla, fritas y rellenas, pero hay otras flores que también van perfectas en la cocina.
Utilizadas en épocas medievales, caídas luego en desuso, ahora están experimentando una nueva temporada. Vale la pena probarlas porque pueden brindar sorpresas muy agradables. Pero sirempre prestar atención a estas reglas:
- Las flores y las hojas deben recogerse en lugares donde no pasen vehículos que las contaminen con su humo. Utilizar preferentemente flores orgánicas de jardín, no de invernadero, y cultivadas sin pesticidas.
- Compruebe cuidadosamente que no haya insectos en su interior; se lavan, colocándolas en un colador y se enjuagan rápidamente con agua fría, se secan suavemente y se envuelven en un paño blanco y suave. No utilice cuchillos o tijeras para cortarlos.
- Prohibido terminantemente consumir anémonas, adelfas, camelias y ciclamen, todos ellas venenosas.
Aclarados estos conceptos básicos, esta es una receta ideal para compartir este día:
Rereceta de risotto con rosas :
Ingredientes:
200 gramos de arroz
50 gramos de mantequilla
20 gramos de pétalos de rosas, salvaje no tratados
1 cebolla
1 cucharada de aceite de oliva virgen extra
Caldo de verduras
1 taza de vino blanco seco
Queso parmesano
Sal al gusto
Dejar los pétalos de rosa en remojo, en un recipiente con agua, durante dos horas.
Pelar la cebolla y cortar en rodajas gruesas. En una cacerola a fuego lento, poner la mantequilla y el aceite de oliva virgen extra y agregar la cebolla, dejar dorar, revolviendo constantemente con una cuchara de madera.
Subir el fuego y añadir el arroz dejándolo tostar, incorpore el vino, y cuando el alcohol se haya evaporado, añadir el caldo cubriendo completamente el arroz, unos dos dedos por encima de su superficie.
Bajar el fuego y a mitad de cocción, agregar los pétalos de rosa. Por último, mantecar el arroz, añadiendo la mantequilla y el queso parmesano.
Todo listo? En realidad no. Falta el centro de mesa. Para pensar "en verde", incluso en San Valentín podemos crear una composición con productos de temporada, por ejemplo, con algún tipo de rábano rojo que se asemejan a una flor, o con manzanas rojas, tal vez caramelizadas. El toque final, sin embargo, es el clásico "Dígalo con flores". Entre los mensajeros del amor, las rosas son tradicionalmente el pensamiento más agradable.
Y llegados a este punto, sólo resta pasar una noche maravillosa!
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