1. Un paquete de pasta seca artesanal. La calidad de un producto artesanal, potenciará la clásica salsa de tomates, sobre todo si está preparada con tomates de temporada o un enlatado de excelente calidad.
2. Aromas congelados, si en el balcón no hay lugar o no hay manera de garantizar que la fragancia de las aromáticas perdure, puede comprar las hierbas frescas en el supermercado, lavarlas, secarlas y congelarlas. Será muy fácil preparar un pesto con las almendras o pistachos del punto 3. Son al menos 6 las hierbas básicas: menta, perejil, albahaca, romero, mejorana y orégano (ajo y cebolla no son las especias, pero nunca deben faltar en la despensa)
3. Pistachos, almendras, avellanas, nueces: aportan algo crujiente y un poco de originalidad a cualquier combinación que se pueda imaginar, desde el risotto a la pasta, la carne y también ensalada.
4. Pulpa, puré de tomates o tomates enlatados: indispensables en muchísimas recetas.
5. Aceite de oliva virgen extra: simplemente imprescindible
6. Huevos. Para tortillas, omelettes o mayonesas, también le dan un toque de originalidad a la pasta. Se conservan durante un buen período en el refrigerador
7. Queso parmesano: estrictamente en un trozo, nunca rallado y envasado. Para servirlo en escamas, o rallado justo antes de servir el plato.
8. Pan artesanal congelado. Compre un buen pan artesanal, y congélelo en rodajas. Siempre saldrá del apuro y podrá preparar fácilmente deliciosas tostas o bruschettas.
9. Tomates secos y aceitunas. Para una exquisita salsa, para llenar un aperitivo, para la pizza; porque duran mucho tiempo y a todo el mundo les gusta.
10. Pimienta de buena calidad porque cambia su plato. Vale la pena invertir en una pimienta de calidad: cambiarán la experiencia de cualquier plato molida sobre él justo antes de servirlo.
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