Que comer antes y después de una pedaleada

Tomar un refrigerio de proteínas antes y después del paseo tiene varios beneficios para los ciclistas. Al distribuir la ingesta de proteínas incluso entre las comidas antes y después del entrenamiento, estos nutrientes fundamentales para los músculos y las articulaciones se asimilan mejor. La introducción de pequeñas cantidades de proteínas también protege contra el aumento de peso y al mismo tiempo asegura un cuerpo más ágil y velóz al pedalear. La proteína es fundamental para obtener energía y al mismo tiempo para construir masa magra. Además, gracias a su poder saciante, ayudan a mantenerse alejado de los ataques de hambre que se pueden producir sobre todo después de haber hecho un esfuerzo especialmente intenso como es pedalear durante horas.

Un bocadillo de proteínas también ayuda a sostener el deseo de hacer ejercicio. Los alimentos proteicos contienen aminoácidos capaces de estimular la producción de neurotransmisores como la adrenalina que promueven la motivación y aumentan la resistencia a la fatiga.


Hummus de garbanzos, pan integral y semillas de lino para los músculos

Esta mezcla es perfecta para consumir antes de subirse a la bicicleta. La combinación de múltiples fuentes de proteínas vegetales proporciona todos los aminoácidos esenciales que los músculos necesitan para construir proteínas. Gracias a la riqueza de sustancias antiinflamatorias como los Omega 3, esta mezcla permite contrarrestar los dolores musculares que se pueden producir durante el pedaleo.


Huevos duros para relajar los músculos

Además de ser una excelente fuente de proteínas, los huevos proporcionan zinc, un mineral que promueve una mejor recuperación muscular. También aseguran ácidos grasos esenciales que no solo tienen una acción antiinflamatoria, sino que también aseguran una mayor disponibilidad de energía porque también están involucrados en el metabolismo.


Queso estacionado y almendras para los huesos

Un cuadrado de queso estacionado acompañado de un puñado de almendras es un auténtico complemento natural para las articulaciones. Asegura proteínas nobles, grasas saludables y vitamina B2, útiles para recuperar energía tras el esfuerzo físico. Además, aportan minerales como potasio que ayuda a combatir los calambres. Las almendras también son especialmente ricas en magnesio, un mineral que facilita la calcitonina, esencial para la mineralización ósea.


Kéfir para mejorar la resistencia

El kéfir es el snack ideal para quienes andan en bicicleta por la tarde o por la noche. Aporta aminoácidos esenciales que reducen la sensación de fatiga que se puede producir con mayor facilidad al final del día. También es bueno para mantener a raya el insomnio que puede ser causado por la adrenalina que produce el cuerpo al pedalear. Gracias a la riqueza de triptófano, precursor de la serotonina y la melatonina, ayuda a relajarse.


Yogur de soja y semillas de chía para combatir la fatiga

Esta mezcla es estupenda para contrarrestar la sensación de fatiga que puede ocurrir después de pedalear. Aporta minerales como magnesio y potasio y proteínas vegetales que contribuyen a la recuperación muscular. Además, gracias a la presencia de ácidos grasos esenciales y vitaminas del grupo B, ayuda a recuperar energía. Una cucharadita de semillas de chía también aporta más calcio que un vaso de leche, pero sin grasas saturadas ni colesterol y es una buena fuente de vitamina D, lo que facilita su asimilación.

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