Chutney de tomates

Cómo hacer Chutney de tomates

Lavar y secar bien los tomates. Colocarlos en una tabla y cortarlos por la mitad. Pelar la cebolla blanca, cortarla por la mitad y luego en rodajas finas.

En una olla grande verter los tomates cortados por la mitad y la cebolla en rodajas.

Agregar el vinagre de manzana; también añadir el azúcar y sal.

Por último añadir los clavos y dejar hervir a fuego lento durante 1 hora desde el primer hervor, hasta obtener un compuesto denso. Tener en cuenta que los tomates no tienen que desintegrarse por completo. Una vez cocido, retirar los clavos.

Repartir el chutney de tomates todavía caliente en frascos recién esterilizados, dejando al menos 1 centímetro de espacio desde hasta borde, cerrar y almacenar en un lugar fresco y seco, asegurándose de que el vacío se haya ejecutado correctamente. Para ésto, dejar enfriar los frascos. Con el calor del compuesto se creará un vacío que mantendrá el producto. Una vez que los frascos se hayan enfriado, comprobar si el vacío se produjo: pulsar el centro de la tapa y, si no se siente el clásico "clic-clac", el vacío no se produjo. En este caso hervir los frascos en una olla grande durante unos 30 minutos, con la tapa hacia arriba y cubierto con agua hasta la mitad frasco. Dejarlos luego secar y enfriar al revés, es decir, con la tapa hacia abajo. Como alternativa, simplemente poner los frascos en el horno de microondas durante un minuto y medio. Una vez que haya verificado que la conservación es exitosa, el chutney de tomate está listo para ser probado!

Conservación: El chutney de tomate se mantendrá durante tres meses, teniendo cuidado de mantener los frascos en un lugar oscuro, fresco y seco, donde permanecerá durante al menos un mes antes de que pueda ser consumidos. Esto permite tiempo para verificar la formación de cualquier tipo de mufa, indicando que la desinfección de frascos y el vacío no han tenido éxito. Una vez abierto, almacenarlo en la nevera y consumir en una semana.