Crème caramel

Cómo hacer Crème caramel

Verter en un cazo la leche junto con la vaina de vainilla, abierta a lo largo. Llevar al límite de ebullición, apagar y dejar la vainilla en infusión durante 15 minutos. Mientras tanto, prepar el caramelo: poner el azúcar en un cazo junto con el agua y el zumo de limón.

Cocinar a fuego medio, sin revolver nunca, pero con cuidado de mover la cacerola hasta que se forme un caramelo de color ámbar. Verterlo inmediatamente en el fondo del molde elegido. Precalentar el horno a 140 grados.

En un bol, batir los huevos y las yemas junto con el azúcar con un batidor manual, tratando de incorporar el menor aire posible. La mezcla no debe ser montada, sino que los huevos y el azúcar denen quedar bien amalgamados. Verter la leche tibia sobre los huevos, filtrar con un colador de malla fina y revolver constantemente.

A continuación, con ayuda de un cucharón, verter la mezcla en el molde pasándola de nuevo por el colador, para eliminar la espuma superficial que se haya podido formar. Colocar el molde dentro de una olla profunda llena de agua fría, colocando un paño entre el molde y la base de la olla para evitar que entren en contacto directo. Cocinar en el horno durante aproximadamente 1 hora y 30 - 1 hora y 40 minutos, de forma compatible con el tamaño del molde elegido y comprobando frecuentemente que el agua nunca llegue a hervir. De ser así, bajar un poco la temperatura del horno y añadir un poco de agua fría al baño maría. El postre estará listo cuando la nata se haya solidificado estando aún blanda: para comprobarlo basta con presionar ligeramente con el dedo índice, si no encuentra una ligera resistencia habrá que seguir cocinando, comprobando a menudo.

Sacar el flan del horno y dejarlo enfriar dentro del molde hasta que alcance temperatura ambiente. Luego llevarlo al refrigerador y dejar reposar durante al menos 3 horas. Cuando llegue el momento de desmoldar, pasar la hoja de un cuchillo bien afilado por los bordes del molde, luego colocar un plato encima y darle la vuelta con un movimiento decidido. Si el flan no cae inmediatamente, golpear suavemente el fondo del molde dejando que el flan se desprenda por sí solo.