La prueba del palillo de dientes: ¿por qué se hace?

A la hora de preparar pasteles puede ocurrir que, por la humedad del aire o por el tipo de horno utilizado, resulten poco cocidos o incluso con partes aún crudas.

Sin embargo, existe una técnica muy simple para evitar este molesto problema y lograr siempre pasteles perfectos. ¿Alguna vez has escuchado hablar de la prueba del palillo de dientes?

Este es un truco realmente fácil para evaluar la cocción de un pastel, pero ¿por qué se usa y cómo funciona?

El palillo: una ayuda para los pasteles

Como se anticipó, hornear un pasteles puede no ser satisfactorio y malgastar horas de trabajo y masa por un pequeño error, es realmente un desperdicio. No siempre es necesario confiar en los tiempos de cocción de las recetas, porque el tipo de horno y la humedad pueden afectar el éxito de las mismas.

¡La prueba del palillo de dientes puede ayudar! Antes de sacar el bizcocho del horno, basta con introducir un palillo en la masa y sacarlo. Si el palillo está seco y no tiene residuos, el pastel está cocido.

Si, por el contrario, el palillo sale mojado o tiene restos de masa, significa que el bizcocho todavía necesita unos minutos de cocción. La masa cruda y la humedad tienden a pegarse al palillo de madera, y es gracias a este procedimiento que se podrá entender cómo se cocina nuestro bizcocho.

Hay que recordar, sin embargo, de no abrir el horno antes de los veinte minutos de cocción, se corre el riesgo de detener el proceso de fermentación.

Usar este antiguo truco para tener siempre pasteles perfectos con el punto de cocción adecuado. ¡Es muy fácil y efectivo!

A veces, incluso un simple truco puede marcar la diferencia para el éxito de una receta.