Moringa

La moringa es un árbol propio de la India, es de crecimiento rápido y puede llegar a medir más de 10 metros de altura.
Es un árbol que tiene todas sus partes comestibles y cada una de ella ofrece beneficios para la salud, la agricultura y para la medicina. Si bien, estas propiedades siguen en investigación, se puede decir que sus hojas poseen muchas vitaminas, minerales, proteínas y ácidos grasos.

Por otro lado, las raíces tienen propiedades diuréticas y pueden usarse para contrarrestar problemas en el sistema circulatorio. Regulan el aparato digestivo, evitando el estreñimiento o la diarrea.

Sus semillas pueden servir como antibacteriales naturales y las hojas poseen propiedades antivirales y son usadas por tener muchas cualidades antiinflamatorias.

Las hojas tienen además una enorme cantidad de vitaminas como la A, C y parte del complejo B. se ha confirmado que sus hojas, tienen más ácido ascórbico que la misma naranja. En cuanto a la vitamina A, la moringa ofrece mayores cantidades que las zanahorias y más calcio que la propia leche de vaca al igual que potasio, en mayores cantidades que las bananas.

En algunos lugares, se le conoce como el árbol de la eterna juventud y solo una pequeña cantidad de sus hojas aportan el 23% del valor diario que debe consumirse en lo que se refiere a vitamina A y C.

Las hojas son consideradas vegetales, por lo que pueden ser usadas en la preparación de sopas y ensaladas.

Sus raíces funcionan como diuréticos, mejoran problemas circulatorios y regulan el sistema digestivo; mientras que sus semillas eliminan las bacterias que se encuentran en el agua y hasta pueden ayudar a purificarla a través de un proceso de filtrado.

Los antioxidantes y aminoácidos destacan en las flores, convirtiéndose en un árbol completo y en extremo saludable.

Al ser las hojas las dueñas de una gran cantidad de beneficios, pueden cocinarse como espinacas, añadirse en las ensaladas o en las sopas. No hace falta refrigerarlas y el estar almacenadas no afecta en nada su alto valor nutricional.