¿Adelgazar comiendo hidratos de carbono?

La dieta y los hidratos de carbono no siempre pueden coexistir: el deseo de adelgazar impone a menudo su limitación o ausencia, elección que también puede afectar a las reservas energéticas personales. Antes de botar pan, pasta, arroz y patatas, es bueno entender qué alimentos hay que moderar su ingesta así como aquellos que se pueden consumir sin consecuencias.

Al fin y al cabo, la prohibición de los hidratos de carbono suele ser un mito difícil de desmentir, porque no todos son perjudiciales para el organismo ni favorecen la obesidad y la diabetes: muchos se consideran beneficiosos y muy saludables para el organismo. Necesarios para sintetizar adecuadamente la glucosa, obteniendo energía y fuerza, permiten que el organismo funcione correctamente almacenando energía en los músculos y el hígado. Un ejemplo son los cereales integrales, las legumbres, las frutas, las verduras: todos alimentos saludables porque son naturales, libres de azúcares añadidos y ricos en fibra, vitaminas y minerales.

Aprender a elegir es la primera regla para garantizar al cuerpo un adelgazamiento natural, de cara a una alimentación sana, quizás a través de una dieta equilibrada que incluya tres raciones de cereales integrales, dos de fruta y una o dos de legumbres todos los días.

Los carbohidratos más adecuados para un buen peso

Quinoa: rica en proteínas vegetales, es una panacea para los músculos y tonificación, es un perfecto aliado durante las dietas porque aumenta la sensación de saciedad al estabilizar los niveles de insulina, estimulando así el consumo de grasas corporales;

Arroz salvaje: excelente para la digestión, ayuda a desinflamar rápidamente la barriga, es rico en fibra y garantiza una buena sensación de saciedad además de favorecer la pérdida de peso;

Pan integral: con un alto valor nutritivo, es ideal para contrarrestar la acumulación de grasa porque favorece una sensación de saciedad prolongada. Lo importante es tomarlo con moderación lejos de otros carbohidratos, para aprovechar el potencial de las fibras presentes;

Manzanas: depurativas, ricas en fibra, vitaminas y sales minerales, son ideales para hidratar el organismo eliminando el espectro de retención de agua, aumentando así la sensación de saciedad. Las manzanas desinflaman, estimulan la digestión y depuran;

Alubias negras: es un producto equilibrado que permite una correcta ingesta de hidratos de carbono, lípidos y proteínas, eliminando el espectro de acumulación de grasas y favoreciendo una buena pérdida de peso con un aporte bajo en calorías;

Salvado: bajo en calorías, es un precioso amigo contra la obesidad y los kilos de más, gracias a su poder saciante, también favorece el buen tránsito intestinal;

Bulgur: delicioso y saludable, es un alimento con bajo contenido calórico pero rico en sales minerales, todas contenidas en la capa exterior de sus granos;

Copos de avena: nutrientes, ricos en vitaminas y minerales, reducen el hambre gracias a la alta presencia de fibras que regulan la flora intestinal. Están indicados para garantizar al organismo una buena recarga de energía al mismo tiempo que bajan los niveles de ansiedad y estrés, letales para la acumulación de peso;

Frambuesas y moras: una verdadera delicia para consumir tal vez acompañadas de copos de avena, para un desayuno delicioso y sin sacrificios, son una fruta energizante y antioxidante;

Batatas: parte integral del vasto grupo de superalimentos, son ricas en fibra, vitaminas, minerales, antioxidantes y nutrientes. Su índice glucémico es bajo mientras que en la cáscara hay caiapó, capaz de reducir el azúcar basal en sangre y contrarrestar el colesterol alto.

Pasta integral: mejor si es ecológica porque es más sana y rica en potasio, hierro, sales minerales, fibras y proteínas; una importante mezcla capaz de limitar el índice glucémico ante una mayor sensación de saciedad que además permite ralentizar la asimilación de los hidratos de carbono;

Lentejas: ideales para quienes están a dieta, porque no engordan, tienen un bajo aporte calórico y la presencia de fibra aumenta la sensación de saciedad, mejorando la regularidad intestinal.