Los beneficios de la fruta seca durante el embarazo

Los frutos secos ayudan a las mujeres embarazadas durante los nueve meses en los que la alimentación es particularmente importante. En particular, son aconsejables las nueces y las almendras. Obviamente, como en todos los casos, no hay que excederse.

Los frutos secos de hecho, tienen un alto contenido calórico: por lo tanto su abuso termina causando un aumento de peso. Pero si se consumen en la medida justa hay beneficios evidentes en el feto, gracias a la presencia de ácidos grasos como el Omega 3 que intervienen de una manera positiva en el desarrollo del sistema cardiovascular del bebé, y reduce el riesgo de malformaciones.

Los frutos secos en el embarazo: importante aporte de magnesio

Los frutos secos durante el embarazo también favorecen el aumento de magnesio en el organismo: un mineral con efectos beneficiosos tanto para los huesos como para los músculos. Incluso aportan beneficios en el aspecto exterior: por ejemplo, la almendra dulce ylos pistachos sin cáscara ayudan a mantener más elástica,suave y lisa la piel.

Como se mencionó anteriormente, sin embargo, es apropiado evaluar la cantidad que se consume: una pequeña balanza puede ser un aliado valioso para entender si estamos exagerando, a fin de evitar excesos. El informe sobre kilocalorías de los frutos secos puede ser un ayudamemoria para tener a mano, recordando que ninguno e los frutos secos tiene menos de 550 calorías cada 100 gramos aproximadamente. Pero es cierto que para comer una cantidad tan grande, hay que verdaderamente exagerar!

Cantidad recomendada de frutos secos en el embarazo

En resumen, los frutos secos durante el embarazo son muy recomendables, siempre y cuando se consuman cuatro porciones, no muy abundantes, en el espacio de una semana.

Este tipo de alimentos podría ser ideal para las colaciones durante el día, tal vez entre el desayuno y el almuerzo o como merienda por la tarde, como forma de llegar a la cena sin demasiado apetito, ya que en última instancia, se corre el riesgo de exagerar en la mesa, sobre todo en la cena.