Pesto de tomates secos y pistachos

Cómo hacer Pesto de tomates secos y pistachos

Pelar los pistachos y quitarles la piel oscura que los recubre.

Pelar el diente de ajo y escurrir los tomates secos de su aceite de conservación.

Colocar los pistachos y el diente de ajo en el mixer y licuar de forma intermitente hasta obtener un polvo grueso.

Añadir los tomates secos cortados en trocitos pequeños, las hojas de albahaca y volver a mixear siempre de forma intermitente para no quemar el pesto con el calor de las cuchillas.
Por último, añadir el queso rallado y el aceite de oliva virgen extra.

La cantidad de aceite en esta receta varía dependiendo de cómo se quiera el resultado final, si se prefiere un pesto espeso utilizar menos aceite.

No se agrega sal ya que los tomates secos son muy sabrosos, pero agregar si es necesario.

Guardar en un recipiente hermético cubierto con aceite de oliva virgen extra y esperar unas horas antes de probarlo para que se mezclen bien los sabores.

Se puede conservar en el frigorífico bien cerrado en un recipiente hermético durante una semana.

Si se prefiere, se puede congelar sin añadir el queso que se pondrá una vez descongelado antes de consumirlo.