Budín de habichuelas

Cómo hacer Budín de habichuelas

Cortar las puntas a las habichuelas verdes y cocinarlas al vapor. Cuando estén tiernas, retirar del fuego y dejar que se enfríen.

Poner la leche en una cacerola con una pizca de sal, la nuez moscada rallada y la nata; cuando comience a hervir, verter la sémola en forma de lluvia, bajar el fuego y cocinar, revolviendo constantemente con una cuchara de madera, durante unos minutos. Cuando la sémola haya espesado, bajar el fuego al mínimo y continuar la cocción durante otros dos o tres minutos. Apagar el fuego, tapar la olla y dejar enfriar.

Reservar algunas habichuelas y picar muy bien el resto (o pasarlas por un cedazo o procesarlas), añadir sal, pimienta y unas hojas de mejorana picada. Luego incorporar la sémola y el queso rallado. Si la mezcla estuviera demasiado espesa (difícil de mezclar con una cuchara de madera) añadir un poco más de nata. Si por el contrario estuviera demasiado blanda (significa que le faltó cocción) añadir más parmesano rallado. Mezclar bien.

Engrasar un molde de budín, verter el compuesto, nivelar con el dorso de una cuchara ligeramente humedecida, agregar en la superficie un poco de mantequilla y cocinar en el horno precalentado a 190 grados durante 20 minutos.

Dejar enfriar y desmoldar sobre un plato de servir.

Decorar la superficie de la preparación con las judías verdes reservadas, dispuestos en círculos concéntricos y hojas de menta fresca, limpiadas con un paño húmedo (sin lavarlas), para que mantengan su aroma.